EL CANTAOR JEROMO SEGURA, CUYO PAPEL ES FUNDAMENTAL, SE NOS DESCUBRE COMO UN ARTISTA DE VARIADOS REGISTROS
Texto: Paco Vargas
Fotos: Javier Fergo/Festival de Jerez
Desde el mismo principio del espectáculo, nos propone Pastora Galván un recorrido a su manera por la decena de años que lleva al frente de una compañía propia, con la que nos ha ofrecido obras siempre interesantes, aunque a veces no fueran comprendidas del todo. Fue el caso de “La francesa”, que estrenara en Sala Compañía. Pero también de otras propuestas como “Pastora”, “Moratana” o “Identidades”. Pero, entonces como ahora, todo el epicentro bailaor y artístico está en la bailaora sevillana, siempre atrevida, siempre provocadora, pero nunca sin una razón de ser.
Todo el espectáculo fluye tomando como referencia su primera obra en solitario, “La francesa”, aunque en esta ocasión el ritmo es trepidante y no decae nunca. El aburrimiento está descartado desde el empiece, cuando al son de la música árabe danza alegre y ofrece su cara más divertida, pero de pronto queda despojada por mor un recurso espectacular, unos hilos invisibles, que le quitan el vestido blanco dejando a la vista un nuevo traje.
Juan Requena –cuya presencia en el espectáculo que comentamos y en el XXI Festival de Jerez ha sido un triunfo continuado- aparece de espaldas tocando por taranto. Pastora baila descalza y sin cansar. Suena el acordeón de José Manuel Vaquero “El Pájaro”, que ya estuvo con ella en su debú hace diez años, con gran sentido flamenco –el problema no está en el instrumento, sino en quién lo toca-. Las cantaoras dejan sus primeros ecos y se lucen. El baile por bulerías es redondo en la belleza plástica que le aportan los brazos y los hombros. Pastora deja las formas de elegancia y sutileza que distinguen a su casa bailaora.
Pero, quien juega un papel magnífico y se nos descubre como un cantaor versátil es Jeromo Segura cuando, vestido de fiesta de acuerdo con la ocasión, canta el “Rien de rien” de la inigualable Edith Piaf, con acento choquero. Antes, sin embargo, aclaró que le gustaba París, pero que le gustaba más Huelva y nos regaló unos fandangos de la tierra con el dejillo que únicamente él sabe dar a esos cantes entre los que nació y lo hicieron cantaor. También recupera Pastora aquella estampa coreográfica, con bata de cola rojo pasión, sensual y erótica, que interpreta al compás de la música del “Bolero de Ravel”, banda musical de la película “La mujer de rojo”.
Pero, ella aprovecha esa parte de la obra “Galvánicas” y deja el sabor preciso para encarar el baile por seguiriyas, con acompañamiento insuperable de palillos, del cante entregado de Ana de los Reyes, voz desgarrada y jonda, y Alicia Gil, voz más laína y musical, que nos dejaron cantando al alimón el estilo de Tomás Vargas “El Nitri” o la seguiriya de cambio al estilo de Curro Dulce.
Pero, ella aprovecha esa parte de la obra “Galvánicas” y deja el sabor preciso para encarar el baile por seguiriyas, con acompañamiento insuperable de palillos, del cante entregado de Ana de los Reyes, voz desgarrada y jonda, y Alicia Gil, voz más laína y musical, que nos dejaron cantando al alimón el estilo de Tomás Vargas “El Nitri” o la seguiriya de cambio al estilo de Curro Dulce.

FICHA:
Título del espectáculo: “Mírame”. Lugar, fecha y hora: Teatro Villamarta, 9 de marzo, 21:00 horas. Aforo: Lleno. Baile: Pastora Galván. Cante: Alicia Gil, Ana de los Reyes, Jeromo Segura. Guitarra: Juan Requena. Contrabajo: Álvaro Ramos. Acordeón y zanfoña: José Manuel Vaquero “El Pájaro”. Percusión: José Carrasco. Sonido: Ángel Olalla. Luces: Antonio Valiente. Dirección de escena: Belén Candil. Ayudante de dirección: Israel Galván. Coreografía: Pastora Galván. Producción ejecutiva: Soloxarte Producciones/ Carlos Sánchez.